Esencia

Dibujo SonOro ha trabajado enseñando y ha trabajado creando. En el espacio de la pedagogía ha realizado trabajos plásticos con diversas poblaciones: niñez, adolescencia y adultez. Las actividades se han llevado a cabo con diversas temáticas y técnicas. En el espacio de la creación ha explorado variados enfoques y ha procurado disponer su producción para articularla con proyectos de otras disciplinas (literatura, música y danza).

domingo, 11 de agosto de 2013

Mandaleando en la montaña

SonOro
ha sido feliz y nuevamente convocado por BIBLORED
para ejecutar el taller CONSTRUYENDO MANDALAS
en la biblioteca de Arborizadora Alta,
bien arriba en una de las montañas occidentales
de la inmensa y monstruosa ciudad.

Imagen extraida de educonexion.webnode.es
El sábado pasado tuvimos nuestra segunda sesión,
contando con la asistencia de unos veinte niños
y tres hermosas mujeres,
dos de ellas con sus hijos y la otra con sus nietos.
Para este tercer ciclo
(el primero fue en Vencia, el segundo en El Tunal)
me encuentro ahora acompañada de Yolanda
a quien conocí hace un par de meses
en una de las bibliotecas.
El trabajo en conjunto es, aunque difícil,
enriquecedor, hermoso y edificante.
Lo digo por Yolanda 
y también por las colaboradoras mujeres
que asistieron a esta segunda sesión.
Todas me han dejado invaluables enseñanzas.
Una de las madres, también llamada Yolanda, 
se sentó en la misma mesa con sus pequeños, 
Jimmy y Edison,
y se dispuso solamente a recortar figuritas
para que ellos las fueran pegando
en los soportes repartidos.
Natural, maternal y solidaria actitud.


Jenny, acompañada del tierno Samuel,
tuvo toda la paciencia del universo
para hacer con él formas
de diversos tamaños.


El tema del día: mandalas en la geometría.
Propuse utilizar especialmente círculos
puesto que es el mandala más básico, más original.
La técnica: el collage.
Los materiales: 
cartulina negra, papel silueta de colores,
pinceles, colbón, lápices, tajalápies y borradores.
El reto: 
evitar el uso de reglas, compases y objetos similares
que en ocasiones yo encuentro castrantes.

Mandala hecho por Jimmy.
Como siempre, 
las limitaciones generaron grandes ideas.
Para poder trazar círculos más o menos regulares
a la propia Jenny se le ocurrió usar
los ojitos de las tijeras y la colita del borrador.
Jimmy metió la mano en el bolsillo 
y se encontró una tapita de tarro.
Yo tenía entre mi bolso vasos desechables,
usados ya más de cien veces,
algunos de icopor, otros de plástico.


Repartí también un mandala para colorear,
de mi autoría, hecho de puros círculos
y les mostré mi particular mandala collage.
Y aunque estos dos dibujos
podían servir de referencia y ejemplo
los invité a hacer sus propios diseños,
y el que quisiera copiar, adelante,
finalmente es esa nuestra manera de aprender,
de conocer, de avanzar.


Daniela decidió, no sólo usar los círculos,
sino también los espacios de alrededor.


Byron quiso encontrar en el cuerpo humano
una estructura mandálica.
Si bien el círculo fue mi propuesta,
para los mandalas poder estructurar
hubo muchos que incluyeron otras formas,
todas por supuesto bienvenidas:

Corazones.

Pétalos.

Triángulos.

Adornos miles.

Al final, por sugerencia de Yolanda, 
mi nueva compañera de trabajo,
pregunté por percepciones, conclusiones.
Graciela, abuela de Alejandro y Camilo,
sonriente afirmó sentir su creatividad en ejercicio,
su imaginación despertando,
generando figuras insospechadas y sorprendentes.
Yo soy un simple canal.
Y me siento inmensamente feliz y recompensada,
de ser una mera posibilitadora 
de ese descubrimiento propio,
de esa sabiduría interna.


LOS MANDALAS SON ORO.

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