Esencia

Dibujo SonOro ha trabajado enseñando y ha trabajado creando. En el espacio de la pedagogía ha realizado trabajos plásticos con diversas poblaciones: niñez, adolescencia y adultez. Las actividades se han llevado a cabo con diversas temáticas y técnicas. En el espacio de la creación ha explorado variados enfoques y ha procurado disponer su producción para articularla con proyectos de otras disciplinas (literatura, música y danza).

martes, 24 de septiembre de 2013

El mandala no acaba

Hoy tuve una importante conversación
con una linda mujer:
Nathaly Jiménez Von Oertzen.
Ya les contaré algo sobre ella
y sus mandálicas acciones.
Nathaly Jiménez Von Oertzen con su hija Ananda. 01/09/2013
A través suyo pude darme cuenta
de que el efecto del mandala campesino
aún no acababa.
Y entonces decidí seguir con el relato.

Mientras yo, muy concentradita,
me dedicaba a terminar los detalles inacabados,
a redondear las ideas visuales
que por algún motivo habían quedado abiertas,
uno que otro amigo me saludaba,
y mientras seguíamos mandaleando
nos actualizábamos en noticias personales
y acontecimientos recientes.
También se me acercaron recién conocidos,
entre tantos compartí por un buen rato
con un grupo de niños,
creo que hijos de vendedores del lugar.
01/09/2013
Uno de ellos me dejó bien pensativa, casi preocupada.
El dibujo en tiza se había empezado a borrar parcialmente,
seguramente por el pasar de la gente.
El niño solo se sintió capaz de poner semillitas
justo encima de la tiza,
y por más de que entendiera el dibujo en su totalidad
en donde no había tiza pues no puso semilla alguna.
¿Quién diablos habrá instaurado en este pequeño
una dinámica de funcionamiento
tan rígida, tan dura, tan limitada? Pensé.
Entonces sentí satisfacción
de que ese niño hubiera estado allí ese día
viviendo una experiencia tan significativa y enriquecedora.
Y espero haber sembrado, entre todos,
una nueva semillita en él
que permita florecer, en un futuro no lejano,
el contenido de su interior, el material de su imaginación.
Pétalos rojos para el corazón. Amor. 01/09/2013
Muchos otros, al contrario de aquel niño,
llenos de ideas y deseos
se dedicaron a ponerle su toque personal
al dibujo colectivo.
No solo hicieron muchos pequeños mandalas,
como ya les había contado,
sino que incluyeron variedad de figuras,
unas relacionadas con la temática del campo
otras simplemente eran
la expresión personal e íntima de cada cual.
Inclusive escribieron mensajes.
Estrella de seis puntas. 01/09/2013
01/09/2013
Los pollos, de mi cazuela??? 01/09/2013




Un campesino trabajador. 01/09/2013
Naturaleza y amor presentes. 01/09/2013



Somos luz, somos lluvia, somos semilla. 01/09/2013
La tierrita es la que produce la comida. 01/09/2013
Haz reciclo, reciclaje??? 01/09/2013
Nadie es dueño de la tierra. Nosotros semos la tierra. 01/9/2013
Somos amor queremos paz. 01/09/2013
Un importante porcentaje de los participantes
del mandala campesino en la Plaza de Bolívar
eran niños y niñas.
La niñez y sus acompañantes presentes, que felicidad!!!
Y decidimos su asistencia aprovechar.
Así que, bien hacia el final,
cuando llegaron los compañeros del Colectivo Talanquera
con su especial descendencia,
Javi y yo estuvimos charlando un rato con ellos
para contarles un poco más
de nuestra experiencia con los mandalas,
de nuestra percepción con relación a sus formas.
 No estoy segura de que haya quedado súper clara
toda la información dialogada
pues como todo conocimiento
el asunto de los mandalas es un proceso que lleva tiempo.
Pero sí al menos tuvo lugar la aproximación, 
y lo mejor de todo, fue una vivencia, fue una experiencia,
y todos nos divertimos un montón.
Paola Arenas con un par de niños. 01/09/2013
Unos dibujando, otros contemplando. 01/09/2013
Aportando una ramita. 01/09/2013
Últimos detalles. 01/09/2013
01/09/2013
01/09/2013
La unión hace la fuerza. 01/09/2013
Jerónimo y Daia escogiendo materiales, buscando semilla. 01/09/2013
Con paciencia y dedicación. 01/09/2013
Familia, presente!!! 01/09/2013
Cuando las acciones dicen más que las palabras. 01/09/2013
Mamás y bebés tomando el sol. 01/09/2013

Javi y Silvi conversando con niños y ninas. 01/092013
Muchos temores atravesaron nuestras cabezas
en la reunión previa a la construcción del mandala.
¿Y si llueve?
¿Y si el viento se pone de juguetón
y se lleva consigo los pétalos de flor?
¿Y si las palomas se ponen de comelonas
para arrebatarnos el maíz y las semillas?
¿Y si la policía nos dice algo,
qué les contestamos?
Habíamos olvidado tener impreso el documento
que diera cuenta de nuestro derecho
a la manifestación pacífica y tranquila.
Pero nada de eso ocurrió.
Como la bola de nieve creció y creció
llegaron muchos colectivos de gente
no solo a participar en la fabricación del mandala.
También llegaron a custodiarlo.
Y nos alegró el poder y alcance de esa protección.
Quinua Nativa, colectivo al cual pertenecen
Luz Adriana Pinto y Ana Mestiza
llegaron a ubicarse en la dirección sur.
Ana Mestiza y Luz Adriana Pinto acomodándose. 01/09/2013



01/09/2013
Ofrendas para el mandala campesino. 01/09/2013
Protección para el mandala. 01/09/2013
Un grupo de estudiosos
de la cultura Mexica y todos sus rituales
se ubicaron en la dirección occidental.
Y desde allí ejecutaron su ceremonia.
Nosotros abrazamos sus acciones,
así no compartiéramos sus creencias,
pues el mandala campesino se planteó
como una convocatoria abierta
para recibir sin prejuicio alguno
todos los corazones bien intencionados.
Voces, instrumentos, trajes y bailes.
Oraciones, ofrendas,
vueltas y más vueltas y toque de tambores.
Llegando al lugar. 01/09/2013
Momentos de quietud. 01/09/2013
Señalando el cielo. 01/09/2013
Sonajeros. 01/09/2013
Una oración. 01/09/2013
Movimientos. 01/09/2013
Sin darnos cuenta y poco a poco,
llegó el momento de dar fin al mandala.
Primero yo sugerí observarlo desde afuera
para en la distancia poder contemplar la totalidad.
01/09/2013
Después el Colectivo Talanquera
propuso hacer la danza de la serpiente.
Muchos nos unimos
al rítmico y zigzageante andar
alrededor de nuestra increíble creación.
01/09/2013
Luego Paola y yo nos ubicamos en el centro
y manifestamos nuestro deseo
de apoyar al campesinado
desde nuestro espacio cotidiano.
Comprando nacional.
Acudiendo a pequeños mercados
en donde se puede tratar de manera más directa
con los productores.
Aprendiendo a sembrar.
Entonces se habló del inmenso aporte
del colectivo SEMBRANDO BARRIO
que planteó para el final de toda la acción
la repartición de vasitos, tierra y semillas
y así tener huertitas urbanas en nuestras casitas.
Pao y yo en el centro del mandala. 01/09/2013
Pao con las manos en la tierra, Clau con las manos en las tijeras. Acción. 01/09/2013
 Y le dijimos a la gente
que teníamos que destruir el mandala
pues no nos podíamos arriesgar a dejarlo ahí
sin saber qué destino le depararía,
que energías lo invadirían.
Para mi sorpresa, 
después de todo el tiempo invertido en él,
nadie generó resistencia.
La prueba del desapego superada, uao!!!
Con escoba, pies y otras improvisaciones
se llevó el material al centro
y con recogedor en mano se fue depositando en bolsas negras.
Justo en ese instante
aparecieron los integrantes de Ecorevolución Bogotá
quienes, con pleno conocimiento del evento,
se llevaron a cuestas el mandala empaquetado en plástico
para utilizarlo en un compostaje que tienen
en el Parque Nacional
Todo fue armónico a más no poder. Fluidez.
Plaza de Bolívar. 01/09/2013
Quería que fuera este el relato final
pero aún hay cosas no dichas que yo quiero agregar.
Otra vez ya estoy agotada
me toma mucho tiempo la escogencia de las fotos.
Y las palabras, con sus formas y sus rimas,
yo voy acomodando
mientras el tiempo corre
y me esperan otras ocupaciones.
Además tampoco quiero al lector cansar.
Que el mandala siga creciendo día a día y sin parar
y que otro encuentro, como el que tuve hoy con Nathaly
me vuelva a anunciar
el momento preciso para esta vez sí
la historia de aquel día finalizar.

Centro del mandala. 01/09/2013
LOS MANDALAS SON ORO.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Mandala campesino en la plaza de Bolívar

Esta entrada se demoró en ser publicada.
Porque sabía que el relato sería largo.
Así que preparen sillas.
Pao, Diego y Silvi. 01/09/2013
Seguramente el origen de este mandala campesino
es de tiempo bien atrás.
Pero para no enredar la historia
digamos que todo empezó
en el cacerolazo del miércoles 28 de agosto.
Pao, Diego y yo estábamos ahí,
en la Plaza de Bolívar,
sartén y pandereta en mano.
A mí me dio por seguir repartiendo un mandala
que había diseñado para mis estudiantes del taller
CONSTRUYENDO MANDALAS
que ahora está teniendo lugar en Arborizadora Alta.
Este es el mandala campesino.
Diego y Pao se ofrecieron a repartir también.
De repente, y no sé salido de dónde,
llega Diego y me dice,
"Hagamos este mandala gigante".
Pao contesta, "Y, ¿por qué no? ¡De una!"
Yo me emocioné y también me pronuncié,
"Pues listo, que sea el domingo entonces".
Me quedé pensativa.
"Pero, ¿y de dónde sacamos las pinturas?"
Me atreví a preguntar.
"¡¿Cuáles pinturas?! 
Hagamos el mandala con semillas"
Me respondió Paola.
Y como suele pasarme con ella
ni la cuestioné ni la contradije,
obediente hice caso y centencié, "¡Pues así será!"

Esa noche llegamos Pao y yo a mi casa,
y armamos el evento en facebook,
apareciendo los tres como organizadores.
Todo aquél interesado podía participar.
Escogimos las 9 a.m. como hora de inicio
e hicimos una lista de materiales orgánicos
para que llevara cada cual.
Nos comunicamos más directamente con Claudia, Cata,
Paola Arenas, Yolanda y Javi,
pues pensábamos que era prudente
agrandar un poco el equipo coordinador.
Y la bola empezó a rodar.
Diego, Silvi y Pao. 01/09/2013
Nos reunimos el sábado anterior en mi casa
Cata, Claudia, Pao y yo,
fue una linda tarde noche de chicas.
Ultimamos detalles, compartimos información
y llegamos a acuerdos.
Y aunque trasnochadas 
al otro día estábamos muy juiciosas
en la Plaza de Bolívar
una hora antes de la hora oficial del evento.
Al rato llegó Diego.
Una barridita antes de empezar 
nos pareció una buena idea,
para limpiar física y energéticamente el lugar.
Y procedimos con la tiza
a hacer todas las cuclillas de la semana juntas.
A dibujar.
Pao y yo con la técnica del compás. 01/09/2013
Me rebelé con las cuclillas. 01/09/2013
Silvi y Diego. 01/09/2013
Para optimizar tiempo decidimos dividirnos.
Tres del equipo permanecimos en la plaza.
Yo dibujando las manos,
Diego trazando las plantas de mazorca
y Cata tomando las fotos, claro está.
Pao y Claudia se fueron en bicicleta
a buscar algunos cascos de fruta,
pues en la ciclovía,
por el refrescante juguito de naranja,
hay montones y se botan, hay de más.
En la distancia se ven las chicas en las bicis. 01/09/2013
 Ese material nos sirvió
para delimitar un poco el espacio
pues al principio algún ciclista distraído
pasó por encima del boceto del mandala
sin darse cuenta.
Mucho trabajo para ser borrado por accidente.
Las cáscaras sin duda eran más visibles.
Nadia delimitando el terreno. 01/09/2013
Gradualmente los amigos fueron llegando
a apoyar con su acción y con su intención.
Juliana Baquero, gran dibujante,
trazó una buena parte 
de lo correspondiente a la ciudad.
Nadia, además de los cascos de naranja,
armonizó el momento al desenfundar su clarinete
para empezar con la música.
La acompañaron Diego, Daia y Javi.
Juliana Baquero. 01/09/2013
Nadia, Diego, Daia y Javi. 01/09/2013
Randolf, quien había quedado
de llevar vasitos de papel
para repartir semilleros al final,
los dejó olvidados en casa
y quiso devolverse en la bici a traerlos.
Aprovechó y de una vez
compró algunas mandarinas
que nos aportaron mucho
tanto en hidratación como en color.
Paola organizó, en el costado norte del mandala,
todos los materiales recogidos
disponiéndolos en canastos y bolsas.
Cortezas, pétalos, flores, eucaliptos, papas. Había de todo. 01/09/2013
El dibujo en tiza ya estaba 
prácticamente terminado
"Escribo la frase 
y comenzamos con las semillas",
le dije a Cata.
Me dirigí al público observador
y le subí al volumen,
"Voy a arrancar", fueron mis palabras.
Y cogí las semillitas de ecualipto
y las empecé a poner sobre el dibujo.
Amigos y recién conocidos 
me siguieron en la tarea.
Niños, jóvenes y adultos.
Una gran variedad de personas
unidas en un sencillo propósito:
hacer el mandala campesino.
Pao y yo escribiendo EL CAMPO NOS ALIMENTA. 01/09/2013
Las primeras semillas. 01/09/2013
Después de eso se sobrevino
el bombardeo de preguntas.
"Y ahora, ¿qué hacemos?"
Yo no sabía qué responderles,
pues había un boceto
había unos materiales
y la idea era que cada cual
fuera decidiendo qué camino trazar.
Di algunas tímidas ideas al principio
mientras seguía como hormiguita en mi oficio.
Y cuando alcé la mirada
vi a todos haciendo cosas increíbles.
Y no tuve que decir ya más.

Yo no creo que la gente
nos haya hecho un favor asistiendo al lugar.
Claramente las acciones
respondían a la voluntad de cada cual.
Y eso fue lo más hermoso.
Cada uno haciendo desde sí mismo
y para sí mismo
acompañado de la comunidad.
Vi gran convencimiento en la labor,
y eso me conmovió casi hasta llorar.
Niña feliz dibujando con tiza. 01/09/2013
Los pelos de la cebolla en su versión fucsia. 01/09/2013
Toda la familia departiendo. 1/09/2013
Diana Restrepo y otras chicas haciendo semillas con semillas. Linda redundancia. 01/09/2013
Los otros pelos de la cebolla en su versión rosa. 01/09/2013
Semilla Nativa presente. 01/09/2013
Paja, pétalos y flores. Había de todo para dibujar. 01/09/2013
Javi con la tiza y Daia con la semilla. 01/09/2013
Escarbando el material. 01/09/2013
Niños y niñas presentes y activos. 01/09/2013
Muchísima gente hizo pequeños mandalas
para conformar el gran mandala.
Algunos solo los pude ver en fotos.
Estaba demasiado sumergida en mi labor
y no tuve cabeza para contemplar nuestra obra.
Javi, e imagino que los otros,
sí se dieron sus respiritos
y observaron, y tocaron, y cantaron.
Elisa usó las cajas de huevo. Carol conversaba. Javi miraba. 01/09/2013
Una flor hecha de flores. 01/09/2013
Pétalos, cáscaras de mandarina, tierra, maíz. 01/09/2013
Tengo más para contar y describir
pero se me acabó el tiempo
la entrada ya está muy larga
prefiero dejar el suspenso, y partir.
Que viva el campo,
que vivan las semillas libres y naturales.
Que vivan las manifestaciones pacíficas,
artísticas y colectivas.
No se puede negar:
LOS MANDALAS SON ORO