El trabajo con el lápiz 2B
nos llevó a otros materiales:
nos llevó a otros materiales:
carboncillo, sanguina y sepia.
Estos materiales nos exigían
una mayor soltura en la mano
una mayor soltura en la mano
para poder trabajar las diversas intensidades
y así elaborar las imágenes
solo a partir del juego de sombras y luces.
A mí me pareció bonito dibujarnos mutuamente,
y eso fue lo que hicimos.
Silvia dibujada por Jorge |
El retrato que él hizo de mí me causó gracia.
Yo les debo, para otra entrada,
el que yo hice de él.
No es tan fácil lograr
que la imagen se parezca al original...
Me pareció también muy interesante
pedirle que hiciera un auto retrato.
Fue algo que le costó mucho trabajo,
y no precisamente por la exigencia técnica...
A todos nos cuesta mirarnos a nosotros mismos
y aceptarnos tal cual somos.
Le pedí primero que, de tarea,
cerrara los ojos y se tocara con las manos,
y que partiendo de esa experiencia
hiciera una imagen.
El escogió el lápiz sepia.
Después le pedí, también como tarea,
que se mirara al espejo para dibujarse.
Esta vez el escogió el carboncillo.
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