Esencia

Dibujo SonOro ha trabajado enseñando y ha trabajado creando. En el espacio de la pedagogía ha realizado trabajos plásticos con diversas poblaciones: niñez, adolescencia y adultez. Las actividades se han llevado a cabo con diversas temáticas y técnicas. En el espacio de la creación ha explorado variados enfoques y ha procurado disponer su producción para articularla con proyectos de otras disciplinas (literatura, música y danza).

miércoles, 17 de julio de 2013

Mandala frutal

MANDALA UNO:
PARQUE SANTANDER, JUEVES 11 DE JULIO DE 2013

La siguiente narración no es un proyecto propio
de SonOro
Es un trabajo, que hasta ahora comienza,
autoría de Silvia Castro Mejía y Paola Puerto Perdomo.
En alemán jueves significa día del trueno.
Día hermoso, día fatídico.
Día de aniversarios,
de robos y bicicletas perdidas,
de desplantes y de tristezas.
Día de encuentros inesperados,
de la ciudad nocturna vista desde lo alto
repleta de lucesitas.
Día de dibujar un mandala, que como un trueno,
desata su estampido insonoro y profundo,
descarga su eléctrica esencia casi invisible
llegando hondo y profundo.
Pao y yo escogimos el pasado jueves 11 de julio de 2013
para empezar nuestro ciclo de acciones
MANDALAS EN LA CIUDAD.
Los monjes budistas, después de meses de trabajo
construyendo colectivamente un mandala
con arena de colores
lo destruyen, lo desbaratan,
reafirmando así, entre otras cosas,
el desapego con lo material.
Conscientes de estar muy lejos
de prácticas religiosas de tal tipo
quisimos que nuestro dibujo también se desvaneciera.
En la plaza de mercado
justo abajo de la iglesia de Las Nieves
compramos bananos, uvas isabelinas, limones, papas criollas,
ciruelas, pepinos, zanahorias y apios.
Luego nos dirigimos al Parque Santander,
lugar muy transitado por los habitantes de la ciudad.
Llegamos y nos sorprendimos al notar
que había una muestra del FOTO MUSEO, y pensamos,
qué linda coincidencia, nuestro primer mandala
en plena sala de exposición urbana.
Desde que a Pao se le ocurrió
utilizar alimentos para que los transeúntes lo consumieran
a mi mente llegó el artista Félix González-Torres,
un cubano del cual pude apreciar parte de su obra
hace un buen tiempo ya, en La Casa de la Moneda.
En una de las salas el piso estaba repleto de dulces,
Choco Breaks si la memoria no me falla.
Y aunque recuerdo con dulzura esta obra en particular
el resto de las propuestas expuestas
en tan tranquilo espacio
también tenían ese carácter efímero de la desaparición.
Hacia el mediodía, ya terminado el mandala,
nuestras sonrisas no podían ser más amplias.
Nos despedimos de él, y yo no supe más de él,
no sé si Pao volvió a pasar por allí.
Abandonamos su transformación al destino,
al azar, a las circunstancias,
y yo pensaba para mí,
que lindo gesto de desapego.
Lejos estaba de sospechar que horas después
la vida se encargaría de hacer más reales mis palabras.
LOS MANDALAS SON ORO.

miércoles, 3 de julio de 2013

SonOro La Fábrica se mueve

Hoy tuvimos la segunda sesión del taller
CONSTRUYENDO MANDALAS
aquí en SonOro
Estuvimos
Martín y Adriana de estudiantes
Yolanda dirigiendo y Silvia apoyando.
Primero fue la observación de los mandalas
que Adriana había coloreado de tarea.
Hermosos.
Mandala coloreado por Adriana
encontrando en blanco y negro en el blog
www.kundalinicordillera.blogspot.com
El equilibrio cromático
de este encuentro de colores es único
porque parte de la expresión de Adriana
como ser humano, como individuo.
Y así cada mandala con cada persona que lo coloree,
dándole un toque auténtico,
por más de que tenga 
semejanzas con otros.

Yolanda nos hizo una pregunta.
¿Para qué sirve un mandala?
Cada cual expuso su percepción.
Es algo que hay que vivir en carne propia,
encontrar por sí mismo las respuestas.

Mandala coloreado por Adriana
encontrando en blanco y negro en el blog
www.kundalinicordillera.blogspot.com
Y después de conversar e intercambiar opiniones
arrancamos con hilo y aguja sobre cartulina.
Para el diseño propuesto
había que estar muy concentrado
en unos particulares conteos.
Más de una vez hubo que desbaratar
y volver a empezar desde un punto.

Mandala hecho por Adriana
Los resultados nos dejaron felices a todos,
carisonrientes.
Yolanda estuvo apoyando increíblemente a Adriana,
es muy fácil confundirse,
así pues el resultado fue conjunto, colectivo.

Mandala hecho por Martín
Martín, por su parte,
tuvo apoyo tanto de Yolanda como de Silvia.
El seguimiento de las instrucciones dadas
tiene algo de abstracto, así que hubo confusiones.
Descubrimos de que,
a pesar de ser útil dar los pasos a seguir
lo que hay que hacer realmente
es hacer el mandala y ya,
permitir que él mismo vaya dictaminando los caminos.

Mandala hecho por Yolanda.
Quedó como tarea agregar más alternativas 
al mandala construido en clase.
Algo como lo que ya había hecho yo, Silvia.
para el taller de mandalas en El Tunal,
en el que muchos asistentes del mismo
lo hicieron en su particular manera.

Mandala hecho por Silvia.
Que belleza la forma en la que los mandalas
permiten la diversidad,
por más de que nos encontremos en similitudes,
pues somos el mismo tipo de animal.

LOS MANDALAS SON ORO.





martes, 25 de junio de 2013

Mandala Flor

Uno de los mandalas
que más ha maravillado a los espectadores,
y por supuesto me incluyo,
es lo que yo llamo el mandala flor.

 Y aquí tengo que dar 
un par de agradecimientos.
El primero es para Alejandra Ortiz.
Ella hizo, con su grupo LULACRUZA,
un concierto aquí en Bogotá
hace ya unos buenos años, 2006 o 2007.


Yo fui, eso no lo dudo,
y de seguro mi amiga Paola también fue.
Las invitaciones venían dentro 
de unos sobres hechos en papel.
Un básico e impactante origami.
El mandala flor.
La FUNDACIÓN CANCURÚA,
a la cual pertenece mi amiga Paola,
quiso usar ese mismo diseño
para la entrega de unos aretes.


Esos aretes
eran diseños básicos e ingeniosos
confeccionados con papel de revistas para botar
y hechos por integrantes de la fundación
junto con otras personas de una comunidad
con la que hubo un trabajo importante.
Y ahí va el segundo agradecimiento.
Porque yo he hice parte, de a pedazos,
de algo de ese proceso,
y tuve que hacer muchos sobres
para empacar los aretes.
Y entonces la repetición 
me dejó grabado en el cuerpo
 el camino para hacer el mandala flor.
 
Al diseñar el taller
CONSTRUYENDO MANDALAS
decidí incluir en una de las sesiones
el mandala flor
pues su particular forma
se prestaba perfectamente
para el diseño de un mandala.
Cuando el taller fue realizado 
en la Biblioteca Pública de Venecia
el mandala flor fue dejado para la última sesión.
Era como una especie de sorpresa despedida.
En las sesiones
de la Biblioteca Pública El Tunal
decidí cambiarlo para la quinta sesión.
 Fue increíble.
A la siguiente sesión, es decir la sexta,
Yolanda, Cristian y Virginia
siempre muy entusiastas mostrando sus tareas,
llegaron con cosas increíbles,
inimaginadas por mí.
Habían hecho sus propios diseños
para adornar el mandala flor.
Yo estaba encantada, feliz.
Lo único que había hecho
había sido llevar mi propio mandala flor
(en una próxima entrada lo incluiré,
lo estoy reservando para contar otra historia).
Tal y como reza el dicho,
yo no entregué el pescado,
simplemente hablé de los peces y ya
seguramente dejé la inquietud
y cada cual se aventuró a pescar.

Cada flor mandala con su sello.
Cada uno de los asistentes,
Yolanda, Cristian, Virginia y el resto
dejando plasmado en el ejercicio
algo de sí mismos.
Algunos muy matemáticos,
otros más desparpajados.
Unos más cuidadosos,
otros más desprevenidos.
Eso me gusta de los mandalas.
El material del inconsciente florece.
Y la creación acontece.
LOS MANDALAS SON ORO