No se imaginan lo bonita que estuvo
la última sesión del taller
CONSTRUYENDO MANDALAS
que tuvo lugar
por espacio de dos meses
en la biblioteca pública El Tunal
(Red Capital de Bibliotecas Públicas
BIBLORED).
Para ese último encuentro
decidí hacer Ojos de Dios.
Son mandalas impactantes y muy sencillos,
y originalmente son objetos ceremoniales sagrados
que provienen de los pueblos prehispánicos
del suroeste de Norte América
y México.
Indios Navajo, Wixarika y Huinchol.
Aunque siempre, en todas las sesiones,
hablé un poco del origen
de las imágenes que tomábamos como referencia,
nuestros ejercicios plásticos no tenían la intención
de suscribirse en prácticas específicas
de tipo religioso o espiritual.
Por supuesto que ejercieron
una fuerte influencia en nosotros,
y por supuesto que hicimos este acercamiento
de manera respetuosa
pero nuestra mente, conscientemente,
se concentró esencialmente
en el ejercicio manual.
Fue una sesión más caótica de lo corriente,
pues asistieron muchas personas
más de las que el taller
está en capacidad de recibir.
Pero en vista de que
el espacio de realización de los talleres
era muy abierto,
fue difícil, casi imposible,
controlar el número de participantes.
En todo caso, el material alcanzó,
y los resultados, como siempre,
me dejaron gratamente sorprendida.
Aquí está el mandala que hizo Heidi.
quien asistió infaltablemente
a todas las sesiones del taller
a todas las sesiones del taller
con su amiga Paula.
Yo disfruté mucho de su compañía.
Nos reímos mucho,
porque su mandala evidenciaba
la intermitencia de su capacidad
de concentración.
Así son los mandalas.
Una ventana a lo que nos sucede por dentro.
LOS MANDALAS SON ORO.