Por supuesto, la naturaleza siempre será
un inesquivable punto de referencia
para la creación.
para la creación.
Esta es mi versión personal
de una guayaba partida por la mitad.
Y de aquí en adelante
solo fueron flores, también flores,
y todavía más flores.
Algunas tomando como punto de partida
una flor en particular.
El ejercicio nunca tuvo como propósito
una estética realista
si no más bien una estética sintética,
esquemática, simbólica.
Pusimos un poco de color al ejercicio.
Y también dejamos volar la imaginación
dibujando flores inexistentes en el mundo físico.
Poniendo adornitos y decoraciones por doquier.
Y permitiendo que el ejercicio armonizador
tuviera lugar, con todo su poder.
Impresionante.
Lo más básico puede llegar a convertirse
en lo más contundente.
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