Esencia

Dibujo SonOro ha trabajado enseñando y ha trabajado creando. En el espacio de la pedagogía ha realizado trabajos plásticos con diversas poblaciones: niñez, adolescencia y adultez. Las actividades se han llevado a cabo con diversas temáticas y técnicas. En el espacio de la creación ha explorado variados enfoques y ha procurado disponer su producción para articularla con proyectos de otras disciplinas (literatura, música y danza).

sábado, 3 de mayo de 2014

Mandala del desapego

Poco a poco
de manera orgánica y hermosa
el grupo mandalero se ha ido fortaleciendo.

Este MANDALA DEL DESAPEGO,
realizado el domingo 27 de abril
en el Parque El Virrey, Bogotá D.C., Colmbia,
nació porque Catalina Villamizar,
fotógrafa profesional
y directora del colectivo SEMBRANDO BARRIO
tuvo ganas de hacer un mandala
con arenas de colores.
Luego entonces Nathaly Jiménez,
instructora de yoga tibetano del corazón
y autora de muchos mandalas humanos
se unió a la causa.
Yo invité a Paola Puerto Perdomo,
mi compañera mandalística número uno,
quien se encargó de colorear las arenas
con maestría, intuición acertada y mucha alquimia.
Como la convocatoria era abierta,
al lugar de los hechos llegó,
con increíble puntualidad,
Germán, quien ya nos ha acompañado
en otras intervenciones urbanas.
Es evidente que él es bailarín,
yo, aunque he avanzado,
todavía estoy un poco torcida.
Mariapaz,
quien también se ha mostrado muy interesada
por este tipo de acciones,
nos mostró sus habilidades plásticas
creando y proponiendo cosas increíbles.
A ella la conocí en un club de literatura
al que solíamos asistir.
También hizo parte del equipo base Tomás,
primo de Nathaly a quien conocí ese día.
Hacia el final del evento
llegaron Karl, esposo de Nathaly,
y Ananda, su hermosa hija.
El día anterior Paola y yo estuvimos tomando medidas
para no enredarnos tanto
al momento de hacer el dibujo
en una escala mayor.
Listamos una serie de pasos,
y trazamos líneas guías,
que aunque lograron confundirme en un momento,
fueron esenciales para facilitar el trabajo.
Luego de haber plasmado el boceto
con tizas en el piso,
nos tomamos un pequeño descanso
compartiendo algunos alimentos.
Y arrancamos a poner las arenas con los embudos.
Nuestro alrededor no podía ser más ruidoso.
Pero nosotros, sin ponernos de acuerdo,
guardamos un ceremonial silencio.
Llegaron también,
para acompañarnos en esta hermosa labor,
Alba, madre de una amiga nuestra.
Ángela, profesora mandálica de Alba
y directora del proyecto
LA MANDALERA,
y Andrés Zapata, un colega mío y de Paola,
quien también llegó en bici
y nos tomó unas fotos increíbles.
Gracias.
Como debíamos tener cuidado
de no correr las arenas que íbamos depositando
nos vimos en la obligación de hacer maromas
y adoptar ciertas posturas yoguísticas.
En lo personal,
me quedaron doliendo las piernas
por un par de días...
Nathaly, Paola, Catalina y yo (Silvia),
nos habíamos estado comunicando virtualmente
con anterioridad
para ponernos de acuerdo en ciertos aspectos.
El material estaba claro, las arenas de colores.
Luego entonces llegó el tema, el desapego,
pues nos viene rondando la necesidad
de soltar las dependencias
y dar bienvenida a todo aquello que nos enriquece.
Me dediqué entonces por unos días
a llevar a cabo el diseño.
Para ello me valí de ciertos datos
que me proporcionaron mis compañeras del mandala.
Los tres primeros chakras
están relacionados con el apego.
La serpiente, como animal,
es utilizada para representar aquella energía vital
que recorre con fluidez, idealmente,
nuestros siete chakras.
Y para redondear el dibujo
se me ocurrió a mí usar la imagen de la mariposa,
metáfora del cambio,
hermosa imagen del presente, de lo efímero.
Y como queríamos que el evento
fuera también la celebración
del cumpleaños de Nathaly
pues entonces le añadí hojas y flores.
Luego entonces llegó la difícil tarea
de decidir de qué nos queríamos desapegar...
Mmm...
Tantas cosas...
Pao y Cata hablaron de querer abandonar
la posición del sufrimiento.
Yo había escogido desapegarme de los juicios,
soy muy dura conmigo y con los otros,
pero un día antes de evento llegó la duda,
como siempre la duda...
Y entonces supe
que solo sabría cuál sería mi desapego
en el justo instante,
ni un segundo antes ni un segundo después
y que no me debía esforzar por encontrarlo,
llegaría de manera natural...
Y así fue.
En una nutrida conversación con Cata,
que ocurrió justo después del mandala,
pude darme cuenta de que lo que quería abandonar
era la idea de entender las situaciones
en términos de víctimas y victimarios...
No tiene sentido sentirse culpable,
o adoptar la posición del dolor...
Vale más la pena tratar de analizar las situaciones
como posibilidades de aprendizaje
y evaluar cuál es la posición que debemos asumir.
Es nuestra tarea callar?
Es nuestra tarea escuchar?
Es nuestra tarea actuar?
Es nuestra tarea quedarnos quietos, esperar?
Eso solo cada uno lo sabrá...
Volviendo al día del evento,
después de haber terminado de colorear con arenas el piso,
nos sentimos satisfechos y reconfortados.
Sonreímos.
Para cerrar el mandala
y depositar allí nuestros propósitos de desapego
debíamos ser nosotros mismos
los encargados de transformar la labor de algunas horas,
incluso días anteriores de preparación.
Nathaly había propuesto bailar sobre las arenas,
y fue ella quien dio dirección a nuestros movimientos.


Yo quise contemplar un poco más el mandala,
y no pude.
Nuestros pies se deslizaron sobre el piso
al ritmo de la música interpretada por una banda
que llega todos los domingos a tocar un rato
para el público que por allí transita.
Tenemos las fotos para recordar aquél momento.
Para contar nuestra experiencia.
Para reafirmar la satisfacción que trae desapegarse
de algo que puede parecer tan banal
como una hermosa imagen hecha con arenas de color.
Después de nuestra danza
sólo quedó en el piso una capa de arena color marrón.
Algunas personas llegaron después de la danza.
Iván e Isabel Zapata iban a apoyar ese baile
con música de tambor y con sus movimientos.
Logramos compartir con ellos algo de tomar.
Claudia y sus hijos, Jerónimo y Violeta,
quienes ya han mandaleado con nosotros antes,
hicieron sus propios dibujos en tiza sobre el piso.

Y bueno,
quien quiera desapegarse de algo
está a disposición el diseño en blanco y negro
para colorear en casa.
Estoy recopilando algunas imágenes
que me han enviado amigos cercanos
que se han animado en la labor.
Los ha alegrado increíblemente
el simple hecho de colorear.


No me canso de repetirlo.
LOS MANDALAS SON ORO.

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